< This is War - Thirty seconds to Mars >
Desperté y me dí cuenta de que nada es lo que parece.
Quería volver a dormirme pero el ruido de las guerras, los gritos de la intolerancia y los estruendos de la violencia me hicieron darme cuenta de que con este estruendo de maldad es imposible volver a conciliar el sueño, volver a estar tranquilo.
Y aquí estoy, hundida y herida, sin pegar ojo y muy, muy, muy, pero que muy asustada.
7 comentarios:
Que lindo bloooog :) , te sigo !
Besitos !
Hola, gracias por pasarme por mi blog. Y te diré que me he sentido bastante identificada con esa entrada tuya, ya que eso me ha pasado muchisimas veces, por las mismas cuestiones que dices aqui y por otras más. A veces me gustaria ser "afortunada" y no rayarme por estás cosas, como mucha gente que vive por alli, tan agusto. Supongo que es el precio de no ser una ignorante. Un abrazo!
Luly: Gracias (: BESO!
Anne De Lenclós: Podría llamarse injusticia el no ser afortunada pero ese término está ya bastante usado como para ponerle más definiciones, en fin seguiremos siendo unas completas indefensas. BESO!
ME ENCANTÓ
Jeny muchas gracias guapetona (L)
esos son erores que espero poco a poco iremos venciendo!°
Saludos!°
Poco a poco y con persistencia :)
Publicar un comentario