30/7/11

< Allí dónde solíamos gritar - Love of Lesbian >



Hoy es uno de esos días en los que preferiría no haberme levantado. Desearía nunca haber abierto los ojos, desearía haber seguido aletargada hasta que la tempestad hubiese pasado, pero no lo ha hecho. Y yo me he levantado y la he conocido en su plenitud.
Sé que no todo en la vida son cosas bonitas, que hay momentos buenos, felices e inolvidables y que hay ocasiones que preferirías borrar de tu memoria. Lo sé. Pero considero que deberían equilibrarse; que un día sea bueno y otro malo. Y que de los trescientos sesenta y cinco días que tiene un año, ciento ochenta y tres fueran buenos, pero en mi caso eso no ocurre. La balanza está desequilibrada y tengo más días malos que buenos.

Lo que me molesta de esto no es que la mayoría del año tenga dificultades y problemas, sino que haya gente cuya balanza está equilibrada y que incluso ésta se mueve en su favor concediendo felicidad la mayor parte de su exitosa vida.
Hoy es uno de esos días en los que no me debería de haber levantado. Hoy es uno de esos días en los que la balanza se debería de haber movido a mi favor. Hoy es uno de esos días en que la idea de no despertar jamás resulta demasiado atrayente. 

Hoy es uno de esos días perfectos para una tormenta (dentro de mi cabeza).

4 comentarios:

Oriana Blanco Herdz dijo...

En tal caso, es nuestro deber y compromiso con nosotros mismos hacer que un mal día cambie ante nuestros ojos. Al fin al cabo, tenemos más control sobre nuestro día a día de lo que creemos, por ello, nos corresponde transformar lo malo en bueno, lo horrible en hermoso, lo doloroso en placentero y no quedarnos quejándonos de nuestra miseria.

Besos de neón.

Manuel Torres Rojas dijo...

¡hoy puede ser un gran día, dáte una oportunidad...(SERRAT)!

Ana y Clara dijo...

Puedes hacer que mejore el día , ponle imaginación , te sigo , me sigues? :D

David Pose dijo...

Unos días la suerte esta contigo, otras con los demás, muchas con ambos no voy a decir lo típico de que todo va a ir a mejor porque puede que todo se vaya la mierda quizás el secreto este en encontrarse a un transeúnte amable.