Ella, mi consciencia, mi cordura, siempre sabe lo que ocurre, sabe percatarse del mínimo detalle para realizar ese complejo puzle que es la verdad. Yo, tan confiada, tan ridículamente ingenua, imagino mi propia realidad perfectamente perfecta; hago caso omiso a lo que mi mente me está gritando y elaboro mi estrategia, aún inconscientemente sabiendo que voy a fallar, a perder ventaja, y más aún sabiendo que esto me separa más y más de él, del premio de este adictivo juego.
20/3/12
< Sail - AWONATION >
Ella, mi consciencia, mi cordura, siempre sabe lo que ocurre, sabe percatarse del mínimo detalle para realizar ese complejo puzle que es la verdad. Yo, tan confiada, tan ridículamente ingenua, imagino mi propia realidad perfectamente perfecta; hago caso omiso a lo que mi mente me está gritando y elaboro mi estrategia, aún inconscientemente sabiendo que voy a fallar, a perder ventaja, y más aún sabiendo que esto me separa más y más de él, del premio de este adictivo juego.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
BUeno, no creo que haya que dejarse llevar siempre por la mente. La clave es encontrar el punto medio.
Publicar un comentario