20/3/12

< Sail - AWONATION >


Mi mente está a mil kilómetros delante de mí, me lleva una gran ventaja. En este juego del amor, yo voy lenta, y mi mente demasiado rápido. No estamos sincronizadas; mi mente y yo, yo y mi mente; no formamos un uno, un todo. Y eso, muy probablemente, es lo que nos hace fallar, y perder. 
Ella, mi consciencia, mi cordura, siempre sabe lo que ocurre, sabe percatarse del mínimo detalle para realizar ese complejo puzle que es la verdad. Yo, tan confiada, tan ridículamente ingenua, imagino mi propia realidad perfectamente perfecta; hago caso omiso a lo que mi mente me está gritando y elaboro mi estrategia, aún inconscientemente sabiendo que voy a fallar, a perder ventaja, y más aún sabiendo que esto me separa más y más de él, del premio de este adictivo juego.

1 comentario:

Sam dijo...

BUeno, no creo que haya que dejarse llevar siempre por la mente. La clave es encontrar el punto medio.